Qué voy a decir de Adrián, que le conozco desde antes de que llegara a éste mundo. En su primer año, sigue como siempre, risueño, movido… es un encanto de niño. Le hicimos unas cuantas fotos de estudio esperando que llegue el buen tiempo a Burgos. mientras llega, os dejo con ésta mini sesión que dio para mucho.
Me gustan los niños, me encantan, me aportan energía, me hacen reír con sus ocurrencias y ver la vida de forma mucho más bonita. Me dan paciencia y me han hecho ver que las cosas verdaderamente importantes no son las que precisamente nos ocupan la mente a los adultos, así que estoy encantada de haberme especializado en fotografía infantil.