Cuando Unai tenía la edad de Albar, le hice fotos, en estudio, algo más tradicional por aquel entonces. Agradezco mucho que ésta familia vuelva a confiar en mí para un reportaje del pequeño de la casa. Ahora trabajo de otra forma, pero muchos son los clientes que se acuerdan de mí. Y así es como uno crece, lo dicho, gracias. una tarde divertida con dos hermanos requeteguapos.