A Beltrán le conozco desde antes de llegar a éste mundo… me encanta verles la carita tras intuirles en la tripita de sus madres. Y como su mami es veterinaria, ¿cómo resistirme a no hacer alguna «perrería»?
Un bebé delicioso, que no quería dormir, pero es que con ésos ojos… quién quiere verlos cerrados? Aún así, al final cayó rendido, como casi todos.