Hizo frío, llovió todo el dia… y ésta pareja no perdió la sonrisa en ningún momento. Y es que era su dia. Bueno, y el de Judith, a quien aprovecharon para bautizar. Dos ceremonias en una, éso si es práctico. Y la mejor escusa para tirar caramelos desde el balcón del ayuntamiento.
Es lo que tienen las bodas en los pueblos, que siempre volvemos con alguna anécdota. Éso, y el conocer al hurón Miguelito, que no tiene nada que hacer con un perro en casa, dos tortugas y un par de agapornis…Una casa animada la de ésta pareja, menos mal que ése dia no estaban todos allí.