Me encanta que me traigan a los hermanos pequeños de los que ya me visitaron en su día. Noa ya tuvo su momento y ahora le toca a la pequeña. Y Celia lo puso muy fácil, es un bebé muy alegre al a que le cuesta poco sonreír. Las sesiones de estudio son más cómodas para los pequeños, las texturas como la hierba o la tierra no les gustan demasiado cuando aún no andan. Así que con el estudio siempre disponible y calentito podemos estar de lo más tranquilos con los bebés.
Me gustan los niños, me encantan, me aportan energía, me hacen reír con sus ocurrencias y ver la vida de forma mucho más bonita. Me dan paciencia y me han hecho ver que las cosas verdaderamente importantes no son las que precisamente nos ocupan la mente a los adultos, así que estoy encantada de haberme especializado en fotografía infantil.