A la mamá de Andrea le regalaron una sesión de fotos por el bautizo. Me consultó cual era la mejor edad y esperó unos meses. Hizo bien, porque entre los 6-7 meses, los bebés ya empiezan a sentarse, están más erguidos, más despiertos, son más expresivos y dan más juego en las sesiones. Aprovechando la ocasión, hicimos alguna foto con su hermana mayor, otra preciosidad…
Me gustan los niños, me encantan, me aportan energía, me hacen reír con sus ocurrencias y ver la vida de forma mucho más bonita. Me dan paciencia y me han hecho ver que las cosas verdaderamente importantes no son las que precisamente nos ocupan la mente a los adultos, así que estoy encantada de haberme especializado en fotografía infantil.