A veces, los niños son tan tímidos que cuesta mucho interactuar con ellos. En ésos casos, lo mejor es no forzar la situación y dejar que las cosas fluyan. Lydia es muy tímida, se escondía tras su vestido y lo mordisqueaba.
Bueno, eso es parte de su personalidad. Y al final, las fotos son para recordar cómo éramos. Es una niña con mucha personalidad y un carácter tranquilo, sólo había que darle tiempo.
Un motivo más para salir al exterior y dejar a un lado la frialdad del estudio, los niños se relajan mucho más en un ambiente abierto y lleno de estímulos como es la calle, un parque o, en éste caso, el precioso paseo de la quinta y alrededores.