Las sesiones de estudio las hacemos desde recién nacidos hasta… 99 años… No nos condiciona el frio ni el calor, da igual si llueve, siempre tenemos disponible el estudio situado en Gamonal. mucha gente pregunta cual es la mejor edad para fotografiar a los niños. Y yo respondo: ¡la que tiene ahora!.
Cada momento de la infancia es precioso y efímero. ¿Te lo vas a perder? Cuando ya no son recién nacidos siempre recomiendo esperar al menos a los 5-6 meses. Que sujeten la cabeza al menos al ponerles boca abajo.
Cuando están boca arriba, se llevan las manos a la boca todo el tiempo y como sólo podemos tumbarlos, fotograficamente no se dan ocasiones para tener mucha variedad. Aún así, pregúntame, seguro encontramos alguna sesión que cuadre para ése momento.
Pueden ser fotos recuerdo que dar a la familia en su bautizo, fotos con la familia, con hermanos, primos, su primer cumpleaños, fotos en navidad. Cuando ya tienen 2-3 años… cualquier momento es bueno.
Cada edad tiene sus peculiaridades y hay que adaptarse a ellas.
Puede que quieras unas fotos más informales o con alguna ropa en especial, preguntame antes para preparar los decorados acorde al estilismo.
No hace falta que vengas con ropa de ceremonia, pero tampoco con mallas o la ropa de diario.
Te ayudaré a elegir el vestuario para tener un recuerdo bonito. Y si venís en familia, te puedo ayudar con patrones de colores para crear una imagen armoniosa, piensa que las fotos son para siempre.
Cuando ya se mantienen sentados, sobre los 8 meses de edad, ya nos ven a otro nivel, y eso hace que interactúen mucho más, se ríen más, tienen un montón de expresiones y algunos ya gatean.
Procura no venir tras una convalecencia o visita al médico, pueden pensar que el estudio que no conocen, es un lugar donde les harán daño. En ésa edad suelen salirles los dientes así que si está sensible, lo mejor es pasar la cita a otro día.
Algunos bebés no toleran bien el cambio de ropa así que es mejor traerlos vestidos ya con algo con lo que que quieras que salgan en las fotos.
Cuando andan la cosa se complica, es difícil mantener quieto a un bebé que lleva meses esperando a poder alcanzar lo que ve. Lo único que quieren hacer es probar sus piernas.
Si son bebés muy inquietos recomiendo hacerlo en exteriores o armarse de paciencia y venir con ropa cómoda. Los papás me ayudaréis a colocar al peque una y otra vez en el decorado.
Son sesiones que no duran más de 1 hora porque ellos se cansan rápidamente y se frustran si no les dejamos corretear por todos lados.
Aparecen los miedos y desconfían de los extraños, así que si están en una etapa de extrañar demasiado quizás sea mejor esperar unos meses o hacerlo a domicilio.
Para niños de 2-3 años podemos recibir más negativas que otra cosa, depende de cómo sea el niñ@. Lo mejor es no traerlos a final de semana, ya que acusan el cansancio, y el primer trimestre de su primer año de cole, están… bueno, algunos no lo llevan bien y hay que esperar a la normalidad, quizás para después de navidad.
Yo tengo en el estudio tutús, tirantes, gorras… pero lo mejor es que traigáis vestuario cómodo para ellos pero que se luzca en las fotos. Huid de estampados grandes, y serigrafías de marcas.
Preguntadme qué colores funcionan bien y tened en cuenta el tono de piel del niño. Lo mejor es usar colores sólidos y neutros, así las fotos resultarán atemporales y no pasarán de moda nunca.
Por supuesto podéis hacer unas fotos con la familia al completo. ropa básica que no quite protagonismo a nadie y la foto sea igual de emotiva dentro de unos años.
A veces empezamos por ésas fotos para que los más pequeños entren al juego de ponerse delante de la cámara. No hay como un hermano mayor haciendo algo para que el pequeño quiera copiar lo que hace.
Lo mejor es mantenerse calmado durante las sesiones y armarse de paciencia. No hablar todos a la vez al niño para que pueda concentrarse en una única voz.
Cuando entráis al estudio os dará algunas recomendaciones para que la sesión vaya lo mejor posible y os llevéis a casa un recuerdo no solo en fotos sino una grata experiencia.
Me gustan los niños, me encantan, me aportan energía, me hacen reír con sus ocurrencias y ver la vida de forma mucho más bonita. Me dan paciencia y me han hecho ver que las cosas verdaderamente importantes no son las que precisamente nos ocupan la mente a los adultos, así que estoy encantada de haberme especializado en fotografía infantil.