Las fotos de los primeros días de los bebés son tiernas, delicadas, nos muestran detalles que pronto se olvidan, como la piel escamada, las arrugas en los pliegues… ésa naricilla diminuta o ése gesto con el que ya hizo su primera aparición. Los primeros días son difíciles, para el bebé que acaba de salir del mejor y único lugar que conocía. Y para los padres, que a veces se ven desbordados por pasar de ser 2 a ser 3.
Quizás no te apetezca nada prepararte para una sesión de fotos, pero el día de mañana el valor de ésas primeras imágenes de tu hijo se multiplicará por 10. Puede que estés dolorida y cansada, puede que el bebé no os deje dormir o no coja bien el pecho, estaréis llenos de dudas y temores. Por un rato podéis disfrutar del mero hecho de observar a vuestro bebé, estará en las mejores manos. Tras varios cursos de fotografía de recién nacidos, puedo decir que estoy preparada para el manejo del bebé. Hace falta mucha paciencia y un trato delicado. No vale sólo con saber manejar la luz, hay que saber posicionar al bebé y hacer todo lo posible para calmarle si está irritado. No voy a garantizar a nadie que su bebé se dormirá durante la sesión, pero sí que haré lo posible para conseguir las fotos que esperáis.
Los recién nacidos, lo son poco tiempo, me refiero a que ya con 15 días no son tan maleables y probablemente no tengan tanta paciencia para que les andemos colocando de una u otra forma. Lo ideal es entre los 5-10 días de vida. Por supuesto que hago fotos de bebés de más tiempo, pero ya no serán iguales. Tened en cuenta que los primeros días tras llegar del hospital, tendréis visitas y quizá no esteis pensando precisamente en hacer fotos del recién llegado. Pero es justo entonces cuando se consigue un recuerdo tan tierno, prometo no molestar.
La postura fetal, recogido, que tanto nos gusta en las fotos sólo se consigue antes de las dos semanas de vida. Y el sueño profundo que nos deja cambiarles de postura lo mismo. No es que busquemos que tengan los ojos cerrados, pero sólo durmiendo se dejarán colocar en ciertas posturas, además los recién nacidos tienden a cruzar la vista ya que aún no han desarrollado los músculos del ojo. La piel también está mejor, normalmente los granitos de lactancia salen más tarde así como los temidos cólicos.
NO ESPERÉIS a que se le caiga el cordón. Lo puedo disimular con la ropita y atrezzo, quizá sea demasiado tarde esperar una semana más a que se caiga. Pasa lo mismo con la piel, se descama, es normal, pero es un precioso detalle para sacarlo en las fotos, de todas formas, las fotos del álbum van retocadas al detalle. Tampoco sabrá nadie si es niño o niña por las fotos, no queremos que se avergüencen de mayores cuando vean ésas fotos…
AQUÍ OS DEJO UN VÍDEO DE CÓMO SE HACE
Si te encuentras mal tras el parto, quizá prefieras la intimidad de vuestro hogar, pregúntame por las sesiones a domicilio. En éste caso, no son sesiones de poses, son reportajes más naturales, donde prima la intimidad de vuestro hogar y las rutinas con el bebé, son más…documentales si queréis llamarlo de alguna manera. No llevo apenas atrezzo, sino que utilizo lo que tengáis en casa, vuestras mantitas y cosas personales. Éstas sesiones son de 2 horas de duración como máximo. Son reportajes únicos, vuestra forma de ser, de sentir ésos primeros días, ése cambio tan grande en vuestras vidas, captado de forma natural.
En estudio en cambio, son sesiones largas, sin prisas, disfrutando del momento, de cada gesto, de ésos preciosos momentos de los primeros días que jamás querrás olvidar. La hora de inicio es a las 10, así podemos disponer de toda la mañana para conseguir imágenes de lo más tiernas. Si tenéis otro hermanito mayor, preguntadme para tener algunas imágenes juntos. También haremos unas cuantas tomas con los papás, así que traeros ropa de colores lisos y sencilla para ello.
Quizás el bebé siga desnudito en ésas fotos, así que pueden suceder percances (traed ropa de recambio por si acaso). Son fotos muy cuidadas en las que los detalles del bebé se plasman de la forma más artística posible. En el estudio, tengo multitud de decorados y atrezzo para las sesiones.
El calor no es problema ya que el sistema de calefacción me permite caldear la sala a una temperatura muy agradable. Yo conozco la luz disponible en mi estudio, sé que por la mañana entra una preciosa luz natural y en caso de estar muy nublado dispongo de luz continua para no molestar al bebé. Aún no está comprobado que los flashes causen daño en la retina de un recién nacido, pero por si acaso, si no cierran los ojos tengo el equipo necesario para conseguir un buen trabajo sin problema.
Lo mejor es venir con el bebé vestido con un body que sea fácil de quitar, que no haya que sacarle por la cabeza. Podéis ayudar a que venga con sueño no dejando que duerma en la hora anterior a la sesión. Normalmente con calor y la tripita llena duermen plácidamente pero NO todos los recién nacidos son iguales y algunos no acaban de relajarse lo suficiente. A unos les gusta estar recogidos, a otros con las piernas estiradas, unos no soportan están desnudos…
Cada sesión es única como vuestro bebé. No siempre puedo hacer con todos los mismo, son las sesiones más difíciles dentro de la fotografía infantil, eso sí, son preciosas. Por supuesto las mascotas son siempre bienvenidas. De momento ya han pasado por aquí perros, gatos y algún conejito… preguntadme antes porque os daré algunos consejos sobre nuestros amigos peludos.
Me gustan los niños, me encantan, me aportan energía, me hacen reír con sus ocurrencias y ver la vida de forma mucho más bonita. Me dan paciencia y me han hecho ver que las cosas verdaderamente importantes no son las que precisamente nos ocupan la mente a los adultos, así que estoy encantada de haberme especializado en fotografía infantil.