Que bien nos trataron éstos chicos, nos invitaron al aperitivo, a comer en uno de los sitios más chulos en los que hemos estado (que vistas), nos regalaron boombones….ummmm así da gusto, nos vamos a Bilbao o donde sea.
La propuesta de hacer una postboda en Bilbao ya era tentadora, pero si encima te tratan así, repetimos las veces que haga falta.
Amenazaba lluvia (como casi siempre que subimos al norte), pero al final pudimos hacer un montón de fotos por el puerto viejo y otros sitios a los que nos llevó Mirari (que es del barrio de Algorta). Una tarde fantástica con una compañia inmejorable.
Me gustan los niños, me encantan, me aportan energía, me hacen reír con sus ocurrencias y ver la vida de forma mucho más bonita. Me dan paciencia y me han hecho ver que las cosas verdaderamente importantes no son las que precisamente nos ocupan la mente a los adultos, así que estoy encantada de haberme especializado en fotografía infantil.