Las sesiones premamá pueden ser como tú quieras, cada familia es distinta y para gustos los colores. Por ejemplo, Isabel, vino con la tirita pintada con Tambor y el nombre de su futuro bebé. Toda una obra de arte. Trajo tutús a juego y sabía cómo quería su sesión. Un recuerdo muy personal de su segundo embarazo. Además, como siempre que he visto a Nora, pasamos un rato de lo más divertido. Gracias una vez más por confiar en mi trabajo, familia.
Me gustan los niños, me encantan, me aportan energía, me hacen reír con sus ocurrencias y ver la vida de forma mucho más bonita. Me dan paciencia y me han hecho ver que las cosas verdaderamente importantes no son las que precisamente nos ocupan la mente a los adultos, así que estoy encantada de haberme especializado en fotografía infantil.