Qué decir de ésta sesión… un reto, un rato divertidísimo con éstos tres peluditos. Simba y Nala son amigos de Xena, pero al pequeño de la casa, a éste precioso conejo de angora, no tenía el placer de conocer. Su dueña quería unas fotos de Suri, e hizo bien, porque pocas semanas después subía al cielo de los conejos. Y es lo que pasa con éstos miembros de nuestras familias. Tenemos que dejarles ir demasiado pronto, nos regalan un tiempo muy breve pero muy valioso en nuestras vidas. Como yo le digo a mis peludas: Te cuidaré toda tu vida pero te querré toda la mía. Adiós Suri.
Me gustan los niños, me encantan, me aportan energía, me hacen reír con sus ocurrencias y ver la vida de forma mucho más bonita. Me dan paciencia y me han hecho ver que las cosas verdaderamente importantes no son las que precisamente nos ocupan la mente a los adultos, así que estoy encantada de haberme especializado en fotografía infantil.